La lucha de las fundaciones en Colombia para la búsqueda de recursos ha sido una constante que se ha presentado a través de los años, especialmente, en organizaciones sin ánimo de lucro que tratan de establecerse con el fin de ayudar a los menos favorecidos.
Natalia Ponce de León se convirtió en una mujer reconocida en el mundo mediático luego de que fuese atacada con ácido en su rostro y cuerpo, esto ocurrió a manos de un hombre en el año 2014 justo cuando transitaba por una calle de la capital del país.
El terrible ataque le dejó secuelas de por vida, sin embargo, su activismo luego de los constantes procedimientos médicos a los que tuvo que ser sometida la convirtieron en un símbolo de tenacidad y resistencia con lo que creó una fundación enfocada en tratar las problemáticas de violencia de género enfocadas especialmente en los ataques hechos con agentes químicos.
En el caso de la Fundación Natalia Ponce de León los recursos han estado limitados y constantemente se busca la manera del ingreso de dinero para continuar con la gestión social que ayuda a las personas, principalmente a las mujeres que han sido víctimas de ataques con ácidos.
Kienyke.com conversó con Natalia Ponce de León, en el marco de la iniciativa de la compañía GoTrendier en el que se buscaba una ‘Donatón’ de ropa para recoger la mayor cantidad de prendas, venderlas y convertirlas en recursos para la fundación.
“Llevamos siete años, hemos acompañado a aproximadamente 90 víctimas a nivel nacional y en Bogotá hacemos apoyo psicosocial. Quisiéramos hacerlo más a nivel nacional, pero no le queda fácil a la fundación por temas de recursos”, dijo la directora de la fundación.
En Colombia más del 50% de las personas atacadas con agentes químicos son mujeres, por lo que, según estadísticas del Instituto de Medicina Legal, cada mes son atacadas en promedio ocho mujeres con todo tipo de componentes que afectan directamente la integridad de las personas.
Las políticas públicas respecto a la violencia con agentes químicos en el país se han reformulado a través de los años, esto a medida de los cambios en los aspectos sociales relacionados con este tipo de ataques. El decreto 1033 es uno de ellos en el que se busca restablecer los derechos de las víctimas con dichos componentes.
Por tanto, el trabajo de la fundación especializada en el tratamiento de las víctimas de este tipo de ataques es fundamental para aquellas personas de escasos recursos que no cuentan con la capacidad adquisitiva de pagar tratamientos en búsqueda de su recuperación.